Una tenue luz iluminaba una habitación con paredes de color negro, sin ventanas y decoradas con muebles antiguos. En los cuales, destacaba un retrato de estilo gótico de Carla. 1500 años eran demasiados y me sorprendía el hecho de que fuera la mayor del grupo de inmortales junto con Rodrigo y yo. Carla miraba por su telescopio electrónico sobre la mesa de ébano atestada de otros papeles. Recuerdo el origen de Fuchs y la forma en la que Carla me convenció para que me uniera con ella junto con Rodrigo. Era una verdadera ironía el hecho de que, al final, algo me hubiese arrastrado hacia aquí. Tal vez fuese el hecho de querer acabar con esa vampiresa engreída, por acabar con aquellas personas que experimentan con humanos...o no sé qué más.
Alguien tocó la puerta de ébano de la habitación, giré la cabeza y vi que era esa dichosa hada.
-Enlet.-gruñí.
-Me gusta que te acuerdas de mi nombre, Enma.-sonrió con su horrible sonrisa que me ponía muy nerviosa.
Enlet se acercó con pasos vacilantes hacia Carla y pasó su mano por su cabellera hasta quitarse su peluca azul. El orgullo de un hada es su cabello, había oído que las hadas tenían el pelo de diferentes colores según su elemento. Pero, en un momento dado, Enlet se había cortado el pelo y se había vuelto negro. No obstante, seguía llevando una peluca azul para no asustar a sus compatriotas. Aún así seguía siendo repelente tanto para Carla como para mí.
-¿Y bien?-preguntó.-¿Roland es una extraña mutación de extraterrestre y cerdo vietnamita?
-Es humano, un simple humano que te puede tomar el pelo.-dijo Carla menospreciando a Enlet.-Es posible que, desde que te cortaste el pelo, hayas bajado de nivel tu magia.
-Eso es imposible.-dijo serio Enlet.-Puedo presumir de ser la única Luna que vive. Por cierto, me ha dicho Elena de que por lo visto tengo que entregar unas invitaciones a mis compañeros de "trabajo".-sonrió e intentó no reírse de su propia gracia.-Así que se me había ocurrido invitaros a vosotras.
Carla le miró con mala cara pero después sacó una pizarra que tenía a su izquierda con algunos apuntes respectivos a Roland. Su sangre era igual que la de cualquier humano pero había engañado a Enlet, lo cual muy pocas personas habían logrado hacer.
-Veamos...¿Qué hay de interesante de Roland?-preguntó Carla.-Era una rata de laboratorio como todos los que han pasado por aquí...Salvo que ha podido con él.-señaló a Enlet.- Y que ha hechizado a "Zorro Azul".-me miró.-¿Qué tiene de especial?
-Upír y Vardolak le persiguen como si fuese oro.-señaló Enlet.
-¡¡Pero eso ya lo hacen con los humanos que tienen el mismo tipo de sangre que él!!-exclamó Carla dando un golpe a la mesa.
-Él...es demasiado inteligente.-susurré.-Piensa a una velocidad impresionante y analiza cada situación como si fuese la última de su vida.
-Hasta ahora eso no lo ha demostrado.-dijo Carla y Enlet pareció estar de acuerdo con ello.
Roland era el típico chico que es muy simplón cuando lo conocer, pero no podía dejar de pensar en lo que hizo una de las veces en las que estaba él en problemas.
-¿Qué ocurrió?-preguntó Enlet al leer mi mente.
-Recuerdo que una de las veces las cámaras le pillaron espiando algunos archivos del instituto.-dije.- Él sólo mantuvo el tipo hasta que poco después se supo que en realidad había sido un friki espiando los archivos de la chica más popular. Lo increíble fue que la persona que trajo la información del friki había sido él. Miré el vídeo de las cámaras una y otra vez, seguía pensando que era Roland y no el otro chico. En efecto que era él, pero había sido lo suficientemente inteligente como para saber del otro chico, trucar las cámaras y enviar una información falsa. También había pagado a la secretaria para que culpase al otro chico y, el propio friki había afirmado ese hecho. En resumen, había utilizado sus 5 tácticas en un espacio de largo tiempo.
-¿Qué 5 tácticas?-preguntó Carla.
-Confundir a tu presa, hacerse el tonto, atacar a los más fuertes, puñalada por la espalda y rematar.-numeró Enlet.-Y tú copiaste sus técnicas a la hora de hacer interrogatorios; te creía con más personalidad, Enma.
Carla se levantó con un movimiento brusco y dejó que sus rulos castaños hiciesen un pequeño efecto rebote. En momentos así, deseaba abrazarla como si fuese un peluche...bueno, era una muñeca con el genio de una vieja de 80 años que vive con 100 gatos.
-Pues si es así, que alguno de los dos le esté vigilando.-ordenó.-Últimamente estoy negociando con gente de papeles relevantes y no tengo tiempo para perseguir a un humano. Entiendo que ahora Enlet esté ocupado con los preparativos de la boda, cuando él es el que pone el lado femenino en la pareja.-bromeó por primera vez.-Rodrigo ahora está en Europa así que tampoco puede...-me miró.- Sólo quedas tú y creo que no hay problema, sobretodo si es tu "ejemplo a seguir".
-No tengo problema en hacerlo yo.-replicó Enlet.-Suelo estar muy pendiente de él con eso de que no le puedo leer la mente mucho tiempo.
¿Enlet estaba picado por eso? Sería un tanto molesto para él eso, pero ahora no se encontraba en un momento adecuado para perseguir a alguien.
-Yo me ocupo.-aseguré.-Tú encárgate de elegir si una invitación de color blanco marfil o color crema.
-Las invitaciones son de estilo medieval.-dijo enfadado.-Ya lo tengo todo hecho, así que tengo mucho tiempo para vigilar a Roland.
-Insisto.-expresé.-Así el podrá ir al instituto sin problemas.
Carla apoyó esa hipótesis y me dejó a Roland a cargo. Lo que dejó a Enlet K.O. y enfadado. Durante un tiempo Roland empezó a volver a las clases sin problemas pero con ciertos inconvenientes que poco después fueron resueltos. Volver al instituto, fue una de las peores cosas que tuve que hacer porque sabía que Anne no perdería ninguna oportunidad de proclamarse ganadora. No lo iba a permitir.
Alguien tocó la puerta de ébano de la habitación, giré la cabeza y vi que era esa dichosa hada.
-Enlet.-gruñí.
-Me gusta que te acuerdas de mi nombre, Enma.-sonrió con su horrible sonrisa que me ponía muy nerviosa.
Enlet se acercó con pasos vacilantes hacia Carla y pasó su mano por su cabellera hasta quitarse su peluca azul. El orgullo de un hada es su cabello, había oído que las hadas tenían el pelo de diferentes colores según su elemento. Pero, en un momento dado, Enlet se había cortado el pelo y se había vuelto negro. No obstante, seguía llevando una peluca azul para no asustar a sus compatriotas. Aún así seguía siendo repelente tanto para Carla como para mí.
-¿Y bien?-preguntó.-¿Roland es una extraña mutación de extraterrestre y cerdo vietnamita?
-Es humano, un simple humano que te puede tomar el pelo.-dijo Carla menospreciando a Enlet.-Es posible que, desde que te cortaste el pelo, hayas bajado de nivel tu magia.
-Eso es imposible.-dijo serio Enlet.-Puedo presumir de ser la única Luna que vive. Por cierto, me ha dicho Elena de que por lo visto tengo que entregar unas invitaciones a mis compañeros de "trabajo".-sonrió e intentó no reírse de su propia gracia.-Así que se me había ocurrido invitaros a vosotras.
Carla le miró con mala cara pero después sacó una pizarra que tenía a su izquierda con algunos apuntes respectivos a Roland. Su sangre era igual que la de cualquier humano pero había engañado a Enlet, lo cual muy pocas personas habían logrado hacer.
-Veamos...¿Qué hay de interesante de Roland?-preguntó Carla.-Era una rata de laboratorio como todos los que han pasado por aquí...Salvo que ha podido con él.-señaló a Enlet.- Y que ha hechizado a "Zorro Azul".-me miró.-¿Qué tiene de especial?
-Upír y Vardolak le persiguen como si fuese oro.-señaló Enlet.
-¡¡Pero eso ya lo hacen con los humanos que tienen el mismo tipo de sangre que él!!-exclamó Carla dando un golpe a la mesa.
-Él...es demasiado inteligente.-susurré.-Piensa a una velocidad impresionante y analiza cada situación como si fuese la última de su vida.
-Hasta ahora eso no lo ha demostrado.-dijo Carla y Enlet pareció estar de acuerdo con ello.
Roland era el típico chico que es muy simplón cuando lo conocer, pero no podía dejar de pensar en lo que hizo una de las veces en las que estaba él en problemas.
-¿Qué ocurrió?-preguntó Enlet al leer mi mente.
-Recuerdo que una de las veces las cámaras le pillaron espiando algunos archivos del instituto.-dije.- Él sólo mantuvo el tipo hasta que poco después se supo que en realidad había sido un friki espiando los archivos de la chica más popular. Lo increíble fue que la persona que trajo la información del friki había sido él. Miré el vídeo de las cámaras una y otra vez, seguía pensando que era Roland y no el otro chico. En efecto que era él, pero había sido lo suficientemente inteligente como para saber del otro chico, trucar las cámaras y enviar una información falsa. También había pagado a la secretaria para que culpase al otro chico y, el propio friki había afirmado ese hecho. En resumen, había utilizado sus 5 tácticas en un espacio de largo tiempo.
-¿Qué 5 tácticas?-preguntó Carla.
-Confundir a tu presa, hacerse el tonto, atacar a los más fuertes, puñalada por la espalda y rematar.-numeró Enlet.-Y tú copiaste sus técnicas a la hora de hacer interrogatorios; te creía con más personalidad, Enma.
Carla se levantó con un movimiento brusco y dejó que sus rulos castaños hiciesen un pequeño efecto rebote. En momentos así, deseaba abrazarla como si fuese un peluche...bueno, era una muñeca con el genio de una vieja de 80 años que vive con 100 gatos.
-Pues si es así, que alguno de los dos le esté vigilando.-ordenó.-Últimamente estoy negociando con gente de papeles relevantes y no tengo tiempo para perseguir a un humano. Entiendo que ahora Enlet esté ocupado con los preparativos de la boda, cuando él es el que pone el lado femenino en la pareja.-bromeó por primera vez.-Rodrigo ahora está en Europa así que tampoco puede...-me miró.- Sólo quedas tú y creo que no hay problema, sobretodo si es tu "ejemplo a seguir".
-No tengo problema en hacerlo yo.-replicó Enlet.-Suelo estar muy pendiente de él con eso de que no le puedo leer la mente mucho tiempo.
¿Enlet estaba picado por eso? Sería un tanto molesto para él eso, pero ahora no se encontraba en un momento adecuado para perseguir a alguien.
-Yo me ocupo.-aseguré.-Tú encárgate de elegir si una invitación de color blanco marfil o color crema.
-Las invitaciones son de estilo medieval.-dijo enfadado.-Ya lo tengo todo hecho, así que tengo mucho tiempo para vigilar a Roland.
-Insisto.-expresé.-Así el podrá ir al instituto sin problemas.
Carla apoyó esa hipótesis y me dejó a Roland a cargo. Lo que dejó a Enlet K.O. y enfadado. Durante un tiempo Roland empezó a volver a las clases sin problemas pero con ciertos inconvenientes que poco después fueron resueltos. Volver al instituto, fue una de las peores cosas que tuve que hacer porque sabía que Anne no perdería ninguna oportunidad de proclamarse ganadora. No lo iba a permitir.